Jnacari pota chise dacuecaringué eyúgojmai
Un joven quería saber qué podía hacer para tener vida eterna: (Marcos 10:17)
Un joven una vez le preguntó a Jesús: “Jesús, ¿qué puedo hacer para tener vida eterna?”
Él continuó diciendo: “Nunca he matado a nadie, nunca he mentido, nunca he hecho nada malo desde que era un niño pequeño”.
Pero Jesús le contestó: “Todavía hay algo que tienes que hacer. Da todo lo que tienes a los pobres, deja que ellos tomen todo eso, y luego ven y sígueme.”
Pero al joven le gustaba ser rico, por lo que era muy difícil para él agradar a Dupade regalando sus cosas.
Así que, como ves, una persona podría no haber matado a nadie, ni haber hecho nada malo, y aún así, no haber creído verdaderamente en Dupade. Así que Dupade no lo llevará al cielo con él. El joven rico estaba disfrutando el ser rico. Así que en realidad no entendió el significado de lo que Jesús le dijo. Sólo cuando por fin él se encontró en el lago de fuego se arrepintió́ de aferrarse a sus cosas materiales. Se acordó de lo lleno que era su estómago y que nunca tuvo hambre, pero estando ya en la segunda muerte que es interminable, esto nunca sucedería de nuevo.
Hay una manera de no tener que experimentar la segunda muerte: (San Juan 3:16-18)
Pero para los creyentes de Dupade está escrito en las escrituras que quien crea en Dupade no experimentará el castigo de Dupade, el hambre, ni el calor del sol, ya que estará en la ciudad de Dupade.
Y sabemos que Dupade ama a sus creyentes y se hará cargo de ellos y les proporcionará abundante alimento a dónde van. Dupade nos habla de los árboles frutales de su jardín en el cielo. No sé cuántos tipos existen, pero sé que cada mes habrá fruta madura. En la Escritura, leemos acerca de los alimentos que vamos a comer, pero no sé qué tipo de comida habrá en la ciudad de Dupade, pero su Palabra nos dice que nunca vamos a tener hambre. No vamos a tener sueño – la somnolencia es una cosa terrenal. El cansancio va junto a la somnolencia. Y la enfermedad con el cansancio. Todo esto es terrenal, pues sucedió cuando en el principio Adán y Eva desobedecieron a Dupade y él maldijo a la tierra.
Hoy es el día para creer en Dupade:
Así que por eso te digo: si estás listo para creer en Dupade, dínoslo. Y si no nos lo informa ahora, no espere otro año. Porque la Palabra de Dupade dice que si escuchas su Palabra no digas, “Yo podría creer en Jesús el próximo año o en algún momento en el futuro.” Hoy es el día para creer en Dupade y si lo haces, sentirás alegría al escuchar su Palabra. Vendrá un día en que, si no pones tu fe en Dupade, nos extrañarás, o quizá extrañarás a tu madre o padre, porque no podrás ir a donde nosotros iremos.
Digamos que un par de hombres ayoré están buscando miel en el bosque, uno de ellos tiene fe en Dupade, pero el otro no. Uno podría ser tomado, y el otro será dejado. No podrá acompañar a su amigo al cielo porque no había puesto su fe en Dupade. El otro creyó y se fue con los demás creyentes. Nosotros los ayoreos, aquí en la tierra, permanecemos juntos – nos acompañamos en viajes juntos y salimos a cazar juntos, y pasamos el rato juntos, incluso cuando regresemos al campamento. Pero cuando Dupade venga a tomar sus creyentes, podría encontrarnos en un viaje de caza juntos en el bosque, y éltomaría sólo a la persona que crea en el. Por lo que Dupade habla de cómo todos nosotros en la tierra debemos creer en el hoy sin demorar, debemos hacerle caso.
Ecarai – Camp Ayoré, Bolivia – 1971
Transcrito por: Faith Wyma
Traducido al español por: Maxine Morarie.