Dupade uruode batigade
Palabras de Ecarai:
Estas son las palabras de Dupade en este libro que nos dejó hace mucho tiempo. Las hemos traducido y las compartimos aquí donde desciende la Palabra de Dios cuando nos reunimos. Pero antes de estudiarlos, vamos a “dormir un poco en los cielos” y le pediremos a Dupade que nos ayude y escuche nuestras oraciones para que no haya nada feo entre nosotros. Si hay algo de fealdad, cuéntaselo a Dupade para que nos acepte y nos perdone. Duerme un poco en los cielos mientras nos presento a Dupade.
Oración de Ecarai para la congregación:
Yoque Dupade, te estoy orando porque estoy muy agradecido por ti, pero no sé si todos nuestros compatriotas aquí se han presentado a ti, si han venido a ti esta noche, solo tú lo sabes. Ayúdanos a entender tus Palabras. Reconocemos que has dado cosas buenas a tus creyentes. No solo eres bueno para nosotros, Yoque Dupade, sino que incluyes al mundo entero cuando envías lluvia a nuestras cosechas de la temporada de lluvias.
Te pido, en este momento, Señor Jesús, que ayudes realmente a tus creyentes aquí donde tu Palabra desciende. Tu padre, después de que Él había terminado su trabajo, descansó, y Él nos ha dado un día de descanso, un día en que podemos descansar de nuestro trabajo aquí en nuestro pueblo. Por esta razón, te pedimos que nos ayudes con buenos ojos este día mientras escuchamos tu Palabra, que no pensemos en el trabajo, sólo en tu Palabra. Dupade, tú eres consciente del hecho de que tenemos mucho trabajo que nos espera, pero cuando decidimos servirte a ti primero, tu quedas complacido y nos mantienes a salvo mientras trabajamos. Ayuda a todos los creyentes aquí en Tobité a crecer en su fe, para que podamos regocijarnos juntos y ser felices.
Rezo por los misioneros que viven aquí en nuestro pueblo para que podamos aprender más y más de tu Palabra de sus labios. Sabemos que ellos entienden muy bien tu Palabra, pero les resulta difícil hablar nuestro idioma, por lo que te rogamos a ti que les ayudes a aprender hablar mejor nuestro idioma, Yoque Dupade.
Oramos por nuestros compatriotas Rosadé y Soríané, que recientemente han regresado a nosotros. Ellos creen en ti. Sé que crecemos en nuestra fe aquí en nuestro pueblo, pero es por el aterrizaje de sus Palabras que cualquiera de nosotros puede irse de aquí, y no dejar de estudiar sus Palabras donde sea que vayan, incluso como estos hombres lo han hecho en todas partes donde han ido.
Dupade, te pido por todas estas cosas en el nombre de tu hijo Jesús, Amén.
El mensaje de Ecarai: (Juan 16:22)
Quiero compartir con ustedes lo que Jesús enseñó acerca de su Padre mientras estaba todavía en la tierra. Esto se encuentra en el Evangelio de San Juan. Les dijo a sus creyentes sobre lo que él tenía que cumplir mientras estuviera todavía en la tierra. Les dijo que la gente le iba a amenazar. A pesar de ser todopoderoso, Jesús escuchó las amenazas de las personas que lo querían matar. Compartió esto con sus creyentes y les enseñaba diciendo: “Voy a ir de nuevo al cielo, y cuando lo haga, será un momento de dolor para ustedes. Pero debe ser un momento de felicidad cuando les digo que me voy.” Todo esto les dijo estando todavía con ellos.
Pero sus creyentes no entendían. Incluso sus discípulos no entendían lo que significaban esas palabras. Así que susurraban entre sí, y esto es lo que decían, “¿Qué querrá decir esto? Una vez dice que va a ser un momento de felicidad, y la otra que será un momento de dolor.” Ellos no entendieron en absoluto lo que esta enseñanza significaba.
Pero Jesús los escuchó. Sabía incluso sus pensamientos – podía ver en las profundidades de sus mentes. Y dijo, “Supongo que simplemente no entienden mi enseñanza, por lo que están hablando entre ustedes”.
Así somos hoy en día, cuando lo que enseñamos no se entiende, buscamos ejemplos que podemos usar para ayudar a que la gente entienda. Y eso es lo que hizo Jesús, les dio un ejemplo. Pero todavía no entendían. Ellos decían: “¿Qué significan las palabras de Jesús? ¿Por qué dice que se va a ir, y que no vamos a verlo nunca más? No sabemos a dónde va; no entendemos esta enseñanza suya.”
Pero Jesús explicó su enseñanza a sus discípulos de esta manera: “Ustedes saben que cuando una mujer está en labor de parto siente dolor, pero cuando da a luz, olvida todo sobre el dolor. Ella no piensa más en ello. Ella va felizmente por su camino y deja el sufrimiento en el pasado.
Jesús dijo: “Así va a ser cuando muera. Las personas que me maten van a estar felices de verme muerto. Por otro lado, mis creyentes me extrañarán, y estarán muy tristes, porque no me verán más. Pero voy a volver a la vida, y entonces estarán muy felices.” Así fue como Jesús les explicó lo que quería decir cuando decía que estarían tristes y luego serían felices.
¡Qué gozo será cuando Jesús llegue a tomar sus creyentes!
Y cuando Jesús regrese será así. Jesús murió cuando los cojñone lo mataron y se regocijaron de que ya no volverían a ver a Jesús. Pero cuando sus creyentes no vieron a Jesús en forma humana lo echaron de menos. Lo echaron de menos, estaban tristes y lloraron por él. No sé si todos los creyentes lloraron, pero algunas mujeres lloraron su cercanía (lloraron su muerte) después de que se murió́.
Ahora cuando Jesús vuelva de nuevo, será un momento de dolor otra vez, pero no para todos. No será para nosotros los que creemos; estaremos muy contentos. Aquellos de nosotros que seamos llevados en las nubes seremos felices porque vamos a acompañar a Jesús al cielo. Y aquellos que no crean en Jesús estarán tristes, porque sus parientes que son creyentes los dejarán para irse con Jesús, y nunca volverán a verlos. Algunos se separarán de hermanos o hermanas. Así es como será cuando Jesús regrese de nuevo: algunos serán como los habitantes de la tierra que estaban contentos de ver muerto a Jesús, pero al hallarse perdidos, su felicidad se convertirá en tristeza. Él va a llevar a sus creyentes a un lugar donde van a estar completamente bien y serán feliz, pero al mismo tiempo, habrá gran dolor aquí en la tierra entre sus parientes incrédulos.
No es posible que Jesús lleve los incrédulos junto con los creyentes, no dice así las Escrituras. No dice, “Jesús seguramente se llevará a todos a su ciudad en el cielo.” Usted no va a encontrar eso en su Palabra.
Pero lo que encontrarás en la Biblia es esto: las personas en una aldea que han recurrido a la Palabra de Dupade y tienen fe en Dupade, también pueden confiar en su destino final: será la ciudad de Dupade.
Jesús continúa explicando sus enseñanzas a sus discípulos:
Eso es lo que Jesús enseñó a sus creyentes y cómo les explicó lo que quería decir. Él dijo: “Por ahora ustedes no entienden estas cosas que les he enseñado, pero muy pronto, sin duda, entenderán.” Y lo que Jesús decía era cierto, porque llegó el día en que entendieron; y todo sucedió tal como él les dijo. Entonces le dijeron: “Jesús, ¡ya no diremos más ‘no entiendo’!”
Terminó su enseñanza diciendo una vez más que lo matarían. Él dijo: “Muy pronto van a echarme de menos. Pero ustedes me van a ver otra vez. Me verán”.
Lo que Jesús predijo acerca de su muerte, sucedió:
Y Jesús tenía razón, porque los cojñone sí lo mataron – y fue sepultado – y no lo vieron más. Pero entonces él regresó a la vida, y se apareció a algunos de sus discípulos dentro de una casa. Y fue entonces cuando los tristes se regocijaron de nuevo.
Esta es la enseñanza de Jesús para nosotros. Bueno, no a nosotros, era realmente para sus discípulos, pero nos conviene aplicarla a nosotros y estar recordando lo que pasó después de su muerte: Jesús se les apareció dentro de la casa, y se alegraron de verlo. Les dijeron a otros creyentes que el Hijo de Dupade que había muerto, estaba de nuevo entre ellos. No creo que había mucha duda entre estos primeros hombres que creyeron en Jesús. No sé si fueron dos meses que estuvo en su presencia, o si fueron 40 días cuando Jesús iba y venía entre sus creyentes en sus casas, en sus reuniones, apareciéndose a ellos.
Jesús se aparece a dos de los hombres que creyeron en él:
Pero al principio, no siempre lo reconocieron. Al principio, cuando Jesús se les apareció, ellos decían: “¿Es este el Jesús que conocimos antes? ¿Pero acaso no lo mataron? ¿No es él quien nos hizo?
Pero Jesús se les apareció y les preguntó: “¿De quién están hablando?”
Pero ellos dijeron: “¿No has oído hablar de que mataron a nuestro líder, el que se llamaba Jesús? Estamos hablando de él y que ya no lo podemos ver, ni ahora ni en el futuro.”
Y Jesús dijo: “¡Lo sé! ¿Cómo puede ser que la gente creía que podía curar sus enfermedades, y luego se dieron la vuelta y lo mataron?” Él habló así con ellos, pero ellos no sabían con quien estaban conversando.
Dupade no va a llevar al cielo a aquellos cuyos nombres no se encuentren en su libro: (Apocalipsis 21:27)
Algunos de nosotros nos gustan escuchar las Palabras de Dupade, y podemos entenderlas. Pero todavía no hemos puesto nuestra fe en el Hijo de Dupade, por lo que no nos será posible acompañarlo al cielo. No estamos seguros de nuestro estado espiritual en los ojos de Dupade, ni de cuál será nuestro destino cuando Dupade llegue para llevar a sus creyentes; todavía no lo sabemos.
Diríamos: “Dupade, fui a escuchar tu Palabra. Escuché cuando fue predicada, y yo sabía que ibas a volver de nuevo. Yo cantaba los himnos y sabía todas las canciones. Tomé mi Biblia conmigo y leí y entendí lo que leía. Pero no sé por qué no me llevaste, también.”
Pero Jesús, que es Dupade, responderá: “Pero tu nombre no aparece en el libro. No llevaré a nadie cuyo nombre no esté en el libro. Yo sé que siempre escuchabas mi Palabra. Sé que cantabas las canciones sobre mí y sabías las palabras y las melodías. Incluso oraste a veces, pero tu confianza estaba más puesta en lo que hiciste tú y no en lo que yo hice por ti. Así que yo no escribí tu nombre en el cielo y no voy a llevarte conmigo al cielo.” (Efesios 2:8,9)
Clave:
Lugar donde desciende la Palabra de Dios – Iglesia, Reunión, Estudio bíblico
Dupade – Dios
Palabras de Dupade – Biblia, la Palabra de Dios
Duerma un poco en los cielos – Cierra los ojos e inclina la cabeza
Yoque Dupade – Nuestro Dios
Cojñone – Las personas que no son de la tribu Ayoré
Ayoreos – La gente de la tribu Ayoré
Llorar la cercanía de uno – Llorar por alguien
Ecarai – Tobité, Bolivia – 1960
Transcrito y traducido al español por: Maxine Morarie